La casa, ubicada en la villa de Atanzón, está dentro del pueblo, justo a la entrada, camino de la iglesia. La iglesia, digna de visitar, es de estilo renacentista (s. XVI) y está declarada monumento histórico-artístico nacional. Destacan su bello artesonado mudéjar y su espléndido coro.
Otras curiosidades del pueblo interesantes de visitar son el rollo que data del siglo XIV (el más antiguo de la provincia) y los lavaderos.
También su entorno merece la pena conocer ya que el pueblo está en la ladera de la vega del río Ungría y se puede disfrutar de unas preciosas vistas. Así mismo el término municipal está salpicado de numerosas fuentes que hoy todavía sirven para dar de beber al ganado, así como para regar. Muchas de ellas son muy curiosas por sus caños y abrevaderos, como la de Los Praillos o la del Vallejo Villar.
También merece la pena contemplar la gran cantidad de cabañas que proliferan a lo largo de todo el término, en donde antiguamente se refugiaban los pastores y labradores ante las malas condiciones climatológicas, que nos han llegado la mayoría de ellas en un buen estado de conservación. Destacan algunas por sus dimensiones y su perfecto acabado.
Todo ello podemos disfrutarlo gracias a las rutas de senderismo y de mountain bike que podemos llevar a cabo.
La carretera finaliza en el pueblo, saliendo pistas de tierra en todas las direcciones, lo que hace que sea un espacio muy tranquilo, sin tensiones ni tráfico. En definitiva un remanso de paz, permitiendo los paseos por el campo, a pie, en bicicleta... Y todo a tan sólo cincuenta minutos de Madrid (75 kms.)?y a veinte minutos de Guadalajara (17 kms.)
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